Puede definírsela como la ciencia que estudia las interacciones de la psique con nuestro sentido de identidad, sanando posibles traumas o trabas inconscientes a través de la trascendencia del ego.
Si bien es una definición rigurosamente cierta, no alcanza a describir la totalidad de su campo de acción.
La trascendencia del ego de manera consciente y voluntaria conlleva a una apertura de conciencia más allá de la que habitualmente se manifiesta en la vida cotidiana.
Estos nuevos niveles de conciencia nos acercan a experiencias espirituales, místicas y metafísicas, todos ámbitos de estudio y campos de acción de la psicología transpersonal.
El psicólogo transpersonal estadounidense Ken Wilber (1949-) distingue tres niveles en el desarrollo de la conciencia:
- El nivel prepersonal: es el momento de desarrollo en que los seres humanos aún no tienen conciencia de su mente.
- El nivel personal: que se alcanza cuando el niño toma conciencia de que es una persona que piensa, diferente a otros.
- El nivel transpersonal: el nivel que se alcanza por medio del desarrollo espiritual, y que consiste en trascender la identificación con el cuerpo y la mente, para alcanzar un nivel de conciencia mayor.
Muchas personas no consideran “ser portadores” de traumas psicológicos, sin embargo reconocen que quisieran cambiar algunas de sus actitudes o acciones para sentirse mejor y no saben cómo hacerlo.
Las posturas personales, puntos de vista, formas de reflexionar y dinámicas de interacción con los demás responden a modelos y dogmas que parametrizan y estructuran nuestra conciencia constantemente, la expansión de la misma relativiza los modelos y muchas veces (y es deseable que siempre) deje al descubierto los dogmas, pasándolos a categoría de modelos, relativizándolos también. El cambio personal es inevitable, en general deviene en una mayor empatía con los demás seres y las cosas, “una identidad transpersonal en conexión con la comunidad, la naturaleza e incluso con el Cosmos” (Stanislav Grof).
Las posturas personales, puntos de vista, formas de reflexionar y dinámicas de interacción con los demás responden a modelos y dogmas que parametrizan y estructuran nuestra conciencia constantemente, la expansión de la misma relativiza los modelos y muchas veces (y es deseable que siempre) deje al descubierto los dogmas, pasándolos a categoría de modelos, relativizándolos también. El cambio personal es inevitable, en general deviene en una mayor empatía con los demás seres y las cosas, “una identidad transpersonal en conexión con la comunidad, la naturaleza e incluso con el Cosmos” (Stanislav Grof).
Las técnicas para alcanzar esta evolución de la conciencia son diversas y necesariamente diferentes de un individuo a otro pues todos diferimos en nuestra historia, familia, cultura, vivencias y fundamentalmente aspiraciones y deseos. Si bien la ayuda o acompañamiento terapéutico no demanda un período prolongado de tiempo, el cambio que propone es para toda la vida.
Guillermo Drexler
Terapeuta transpersonal
Mat. Prof. Nº 1461
Guillermo Drexler
Terapeuta transpersonal
Mat. Prof. Nº 1461